¿Por qué hay que ser solidario sólo en estos días?

La festividad navideña está al caer y ha cambiado hasta el tiempo, desde hace un par de semanas hace “tela” de frío. La Navidad, aunque los interesados comerciantes llevan anunciándola desde finales de verano, está, como todos los años, cargada de ilusión; de gastos; de cenas; de palabras robadas como solidaridad o tolerancia, que fueron sustraídas del diccionario izquierdista y ahora son utilizadas y apropiadas por todos/as como dirían algunos filósofos marxistas o el propio socialista Rafael Garófano; de zambombas; pajes y carteros reales; belenes; árboles de Navidad…
Retornando a esa referencia de líneas anteriores sobre las palabras robadas, todos los años escuchamos lo mismo y de tanto que nos rechinan los oídos suelen pasar desapercibidas, hasta el punto que actuamos de forma mecánica como cuando vamos de compras para hacer los pertinentes regalos. Las buenas intenciones se convierten en costumbre. En cada acto, una frase, si es hecha mejor, así nos ahorramos preparar discursitos engorrosos en los que lo importante para sobrevivir es la preciada foto que inmortaliza y da publicidad.
En la presentación de sus majestades los Reyes Magos y del Cartero Real, la primera autoridad señaló, acudiendo a la tradicional alocución, que solidario hay que serlo todo el año. ¡Qué gran verdad! Como es habitual lo que merodea por la cabeza escuchando estas palabras es la miseria o la pobreza del Tercer Mundo o de los países subdesarrollados. Entiendo que un artículo como este puede resultar oportunista y demagogo, nada más lejos de la realidad. Pero el chirriar de palabras demagógicas a las que han vaciado de significado molesta y resulta insultante. Ya no suenan a esperanza por más que el que las cite sea un aspirante a candidato con ganas de traer algo ¿diferente?
Comprendo que, partiendo de las últimas informaciones aportadas por el INE (cerca de 30000 hogares gaditanos perduran bajo una situación de exclusión social: escasos ingresos, precariedad laboral, carencia de vivienda digna) pedir para los demás cuando el patio anda aquí con estas “pintas” es espinoso, pero con los impuestos que pagamos, y que nos subieron los últimos al mando, hay fondos de sobra y no para dar migajas limosneras.
En ayuntamientos vecinos los programas sociales no se han descuidado aunque hayan encauzado políticas de cooperación al desarrollo. Por citar un ejemplo, digno de mención, el Ayuntamiento de Jerez pertenece y colabora con el Fondo Andaluz para la Solidaridad Internacional y en ningún momento se han despreocupado de los planes sociales –mujer, juventud, tercera edad-. Y como este, el de Chiclana o Cádiz. Si hace quince días reflexionamos cómo este gobierno local ha ejercido el poder de espaldas a un pueblo, queda destacado que también lo han hecho de espaldas al exterior aunque si han importado los “programas ladrillo” y otros asuntos relacionados.

Diario de Cádiz Calle Sol (Viernes 15 de Diciembre de 2006)