El mes de septiembre fue para nuestra provincia un mes de protagonismo televisivo. Resulta evidente que nuestra provincia interesa, la visita de Tony Blair de nuevo hace escuchar las voces que gritan “Gibraltar pañó”. Aún así, no es este el tema que nos ocupa. La historia va por otro lado. Cádiz, provincia, ha sido estos días objeto de análisis de reporteros, telediarios, etc. Por un lado, y aunque les pesara a los políticos y a algunos gaditanos, la cadena cuatro con su programa de reportajes Callejeros se atrevió a sacar el barrio de la viña en paños menores. Para algunos es una desvergüenza que vengan a nuestro rinconcito andaluz y saquen lo peor del barrio. Otros, en cambio, entonan el “ahí, con dos cohone”. Evidentemente, no todo el mundo va a estar de acuerdo, pero la situación es incuestionable. La droga existió y existe, la economía sumergida es una realidad, como lo son los patios de las casas de vecinos, la caleta, las tortillas de camarones y los meones en fechas de carnaval.
Sin cambiar de tercio, solo de cadena de televisión a través de un botoncillo del mando a distancia, nos quedamos atónitos con un reportaje emitido en el telediario de las tres de la tarde en telecinco, sin premio porque este iba implícito en el contenido del dichoso reportaje. Este mostraba al barrio de José Antonio en El Puerto como el mercado provincial de la droga. El ministerio de Sanidad y Consumo pagando publicidad anti-drogas en todos los medios de comunicación para prevenir la drogadicción en los jóvenes, y sin embargo, los barrios de José Antonio y los Milagros son dos zonas a la que acuden consumidores de todos los lugares de la bahía y no se hace nada. Con solo dar un paseo por la estación de ferrocarril o la parada de autobús del Bar Transporte (enfrente del cementerio portuense) nos damos cuenta del trapicheo.
Las reacciones de los responsables van desde un mejor pasar del tema que decir algo que pueda perjudicar en las siguientes elecciones a echarle la culpa al compañero de al lado como si fueran niños de guardería, es decir ná de ná. Probablemente las intenciones se quedaron apuntadas en la barra de hielo de algún bar. De forma pública y en petit comité se escuchan las protestas señalando que siempre sacan lo peor, pero lo que no se puede negar es que no se ha hecho nada. Sobre el barrio de la viña, no hay más que escuchar las letras de las comparsas de hace 15 años y sigue igual. Sobre MercaPuerto más de lo mismo, el parche ha sido la solución. Del molino a Santa Clara, de Santa Clara a José Antonio y de aquí a los Milagros. Surgen problemas en un barrio, no pasa nada, los metemos en otro y se acabó el problema, y cuando surjan complicaciones en el nuevo ponemos cara de sorpresa y nos lamentamos, ¡Dios mío, con lo bien que hemos hecho procurando nuevas viviendas! La sal y la luz la llevamos a FITUR y los problemas al fondo del baúl de los recuerdos, porque en esa foto no quiere salir nadie.
Sin cambiar de tercio, solo de cadena de televisión a través de un botoncillo del mando a distancia, nos quedamos atónitos con un reportaje emitido en el telediario de las tres de la tarde en telecinco, sin premio porque este iba implícito en el contenido del dichoso reportaje. Este mostraba al barrio de José Antonio en El Puerto como el mercado provincial de la droga. El ministerio de Sanidad y Consumo pagando publicidad anti-drogas en todos los medios de comunicación para prevenir la drogadicción en los jóvenes, y sin embargo, los barrios de José Antonio y los Milagros son dos zonas a la que acuden consumidores de todos los lugares de la bahía y no se hace nada. Con solo dar un paseo por la estación de ferrocarril o la parada de autobús del Bar Transporte (enfrente del cementerio portuense) nos damos cuenta del trapicheo.
Las reacciones de los responsables van desde un mejor pasar del tema que decir algo que pueda perjudicar en las siguientes elecciones a echarle la culpa al compañero de al lado como si fueran niños de guardería, es decir ná de ná. Probablemente las intenciones se quedaron apuntadas en la barra de hielo de algún bar. De forma pública y en petit comité se escuchan las protestas señalando que siempre sacan lo peor, pero lo que no se puede negar es que no se ha hecho nada. Sobre el barrio de la viña, no hay más que escuchar las letras de las comparsas de hace 15 años y sigue igual. Sobre MercaPuerto más de lo mismo, el parche ha sido la solución. Del molino a Santa Clara, de Santa Clara a José Antonio y de aquí a los Milagros. Surgen problemas en un barrio, no pasa nada, los metemos en otro y se acabó el problema, y cuando surjan complicaciones en el nuevo ponemos cara de sorpresa y nos lamentamos, ¡Dios mío, con lo bien que hemos hecho procurando nuevas viviendas! La sal y la luz la llevamos a FITUR y los problemas al fondo del baúl de los recuerdos, porque en esa foto no quiere salir nadie.
Calle Sol
Diario de Cádiz (6 de octubre)
1 comentario:
La televisión en verdad nos hace perder un tiempo que nunca lo recuperaremos, si pudiera recuperar esas horas perdidas delante de la caja tonta. SAludos
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