viernes, 30 de junio de 2006

Una Mención Especial.

Para los jóvenes portuenses se iniciaron las vacaciones de verano. El fin de las clases se produjo hace una semana, así como la entrega de las calificaciones y las graduaciones. Un artículo como este no es habitual, pero, como siempre, me arriesgaré. Hace una semana y media tuve la oportunidad de asistir a la graduación de cuarto de ESO del polémico Instituto Javier Uriarte, sí, ese cuyo director, D. Victor García Acedo, sigue las costumbres de la armada y además de hacer distinciones entre (hijos de) oficiales e (hijos de) suboficiales quiere ir excluyendo alumnos civiles. Obviando esta puyita, que no es la razón por la que escribo hoy, quería hacer una mención especial, ya que la honorífica la realizaron en la graduación.
Una mención honorífica en cuarto de ESO no tiene nada de extraordinario, sobre todo cuando queda por delante Bachillerato y una carrera universitaria. Pero tratándose de Miguel sí, porque he podido apreciar como se ha “machacado” para sacar unas magníficas notas y porque se le puede considerar un ejemplo para muchos estudiantes a pesar de su juventud. El sacrificio y el esfuerzo tienen un precio y, por supuesto, una recompensa (nueve matrículas de honor y un diez en este curso y todas las asignaturas con matrículas de honor en tercero). Primero la obligación y luego la diversión es un valor que ha sabido llevar a la máxima expresión. Tanto es así que, además de estudiar, es capaz de practicar su deporte favorito y representar a nivel provincial a su club y El Puerto, lo que demuestra que “solo falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo”, como decía Jovellanos. De hecho, la frase "La Humildad y la Constancia son las claves del éxito" ha sido la seña de identidad de este joven estudiante a lo largo del curso.
En actos como las graduaciones, que para mi modesto modo de ver son excesivas porque se realizan en todos los cambios de ciclo, además del consabido homenaje a los triunfadores, se eleva la moral de los que menos han trabajado y se valora el apoyo de los que están siempre ahí, los padres. Al fin y al cabo son los verdaderos artífices de que todo vaya bien. La educación no es cosa de profesores y maestros, responsabilidad que hoy día recae sobre ellos de forma desacertada, sino de los padres, entre los que hay muchos que creen que con una PSP, una Game boy o un ordenador el niño molestará menos a la hora de la siesta. Gracias a Allāh, no son todos así.
En definitiva, ¡Enhorabuena Molina y a todos aquellos que han acabado un ciclo académico! Ahora toca disfrutar de unas merecidas vacaciones, que el curso ha sido muy largo.
Calle Sol
Diario de Cádiz (30 de Junio de 2006)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tío, Migue, es un honor tenerte como amigo porque eres todo un ejemplo a seguir, y todos sabemos que algo como esto no es otro granito más de arena de una montaña que te mereces. Ojalá sigas siempre así, porque llegarás MUY lejos. La próxima vez que aparezcas en un periódico quiero que lo hagas en las portadas de todos a la vez, ¿eh?

Venga Garza! Se despide tu cacatúa!!