Esta semana, el mono monísimo Rivera pasó por Cádiz y habló de la constitución, de su reforma. Reformar, mejorar, renovar, regeneración. Siempre, parecer para no ser y meterla “doblá”. Las intenciones de los ciutadans fueron muy claras desde el principio: disminuir los ingresos públicos con bajadas de impuestos, adelgazamiento de la administración y eliminación de servicios públicos, dependencia absoluta de Madrid y su centralismo.
Sin embargo, su paso por Cádiz ha tenido otros efectos y consecuencias. Concretamente, dos concejales de Ciutadans en Cádiz han llegado a decir que se han cachondeado de Cádiz. Y todo porque se los han cargado y no repetirán en las listas para las municipales. Los ex vasallos gaditanos acusan (AHORA) a la dirección de su partido de despreciar el municipalismo, de no buscar resultados positivos para el interés general en el ámbito local, de no tener autonomía para la toma de decisiones, de tener como único objetivo que Rivera sea importante y determinante en el Congreso de los Diputados. Los dos ex vasallos, aún ediles de la capital, se han permitido el lujo, ya con la carta de libertad en la mano, de rajar tela. ¡Tampoco e pa ponerse ajín!, que diría la chirigota del Selu.
Y ciertamente, no es para tanto. ¿Acaso no les dio por leerse los Estatutos del partido? ¿No notaron alguna cosilla rara cuando en las municipales de 2015 la propaganda electoral mostraba el careto del guapito catalán y no de los candidatos? ¿No les pareció raro no poder presentar las mociones que estimaban importantes para Cádiz porque la dirección no lo permitía? ¿Durante cuatro años no han sido capaces de apreciar la falta de autonomía? Pues, por eso no es para tanto.
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| Fuente: eldiario.es |
Ahora no vale decir lo malo que son, ya se veía venir, ya que en muchas localidades, tras pescar lo más “granado”, incluidos muchos desechos de tienta, se dedicaron a ocultarlos tras el rostro del amado líder.
Tan sólo tienen razón en una cosa, en Ciutadans los quieren guapitos y guapitas, con la raya bien puesta, con palabritas de cole privado, ni pensadores ni críticos, que el que manda es el mono monísimo y los que le ponen los euros. Así que para finalizar, otra cita carnavalera, esta vez de los Yesterday, “en Cai hay que mamar, así que a mamar, mamones!
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