LIBERTAD

“To er mundo e güeno” - Andalucía Información - Viva El Puerto

Han pasado varios días desde que el informe pisa pusiera sobre la mesa un grave problema andaluz, otra vez la educación. Ni las pizarras electrónicas, ni los ordenadores en las clases, ni las caracolas para parchear, ni los esfuerzos de Cifuentes poniendo la pasta, ni la caña de pescar de Rivera, ni el sostén de la gobernabilidad de Marín de Ciudadanos al actual Susanismo y, mucho menos, la segunda o tercera modernización de Andalucía, invento de nuestro amado PSOE y sus grandes gestores, han evitado el fracaso de este pueblo tan gracioso pero, a la vez, tan subsidiado. Tampoco tiene derecho a reclamar un día nacional, que diría Inés Arrimadas. La chiquilla jamás escuchó a Raza Mora porque tuvo que emigrar a Cataluña y Caparrós le suena a presentador de programas de copla española.

Con el oportunismo propio del PP, su portavoz andaluza en el parlamento salió pidiendo dimisiones, ¡ole, la cara dura como el mármol de Macael!, y encima se muestra triste y azul, como el gato de Roberto Carlos, por los resultados del informe PISA. Con la que tiene liada la gaviota a nivel estatal, y dice que le entristece y avergüenza la posición andaluza el informe PISA. Cuarenta años de democracia, cuarenta años de PSOE en Andalucía, cuarenta años de PP y PSOE en el Estado y todavía se pasan la pelota de unos a otros a través de los medios y en “sus” informativos pensando que somos “carajotes”.
 Señores, señoras el bipartidismo ha muerto, despierten, porque otros muchos hemos despertado y el pasado 4 de diciembre nos tiramos a la calle gritando “Viva Andalucía Libre”. Y cuando exigimos libertad queremos decir libres de conceptos vergonzantes y tópicos insultantes, libres de analfabetismo en pleno siglo XXI, libre de riesgos de exclusión social, libres de tanto paro, libres de educación tercermundista, libres de clientelismos, libres de colonialismo económico, libres de ser utilizados como arietes contra los problemas territoriales, libres de las políticas derechosas de PSOE y PP, libres de privatizaciones, libres de listas de esperas sanitarias…

Andalucía necesita aire fresco, y no sólo para limpiar de gestores manchados en corruptelas, Eres y gurteles y demás trapicheos dentro de la administración. Aire fresco significa cambios en las estructuras económicas, cambios políticos profundos que permitan la evolución de los partidos tradicionales y su renovación en todos los ámbitos para que entiendan la realizad de Andalucía, cambios administrativos en los que Andalucía tenga la autonomía y el autogobierno reconocido en el propio Estatuto de Autonomía, incluida, sin tapujos y sin complejos, la identidad como realidad nacional. Andalucía necesita cambios y los andaluces provocarlos en las urnas. No podemos seguir permitiendo tanta dejadez, tanto pisotón a nuestra conciencia e identidad andaluzas.