“To er mundo e güeno” - Andalucía Información - Viva El Puerto
Frase típica cuando vemos a algún conocido, que no amigo –estos se cuentan con los dedos de una mano y sobran tres- por la calle, pero sobre todo cuando vamos paseando por las Banderas en días de Feria. Algo así, parece que ocurría entre el alcalde y los representantes sindicales o interlocutores válidos, sobre todo cuando se cruzaba con el Ex –Omnipresente, José Rodríguez.
Hace unos meses, Leocadia Benavente escribía que compañeros en el gobierno le decían que hacer oposición era fácil: recoger todas las quejas vecinales y de colectivos para llevarlas a pleno o a la prensa. El trabajo te lo dan hecho.
Alguno llevó tan al extremo la recogida de quejas que se mimetizaba con el ambiente peñista de la barra en exceso, olvidando el cargo para el que había resultado electo. Sin embargo, fue en la anterior legislatura cuando el cargo de “edil apuntaor” alcanzó su máximo apogeo. El descontento de algunos, fagocitado por toda la oposición, provocó confusiones, exageraciones y sobre todo mentiras. Muchas mentiras repetidas hasta la saciedad que fueron convertidas en verdad, que no en realidad, y llegaron incluso a cruzar líneas peligrosas, no las rojas de un pacto, no, la delgada línea de la difamación y de las injurias.
Los descontentos y los que vinieron con su “necesaria verdad ficticia” firmaron un pacto pensando que las cuentas se podían manipular y hasta se podrían incumplir los compromisos adquiridos, como si de una peña cualquiera se tratara y sus socios pasaran tres kilos. La realidad es otra y, hoy día, a alguno se le está cayendo el pelo o tiene ansiedad, pero sólo para cumplir con sus obligaciones, no para “curarse” en el pueblo playero de al lado.
Para prometer es preciso ser responsable y el actual gobierno portuense había prometido mucho en la oposición sin ser responsable, quizá, porque jamás pensarían que gobernarían.
Una de esas promesas es la famosa subrogación, una acción salvaguardando los intereses de los protegidos sindicales, que son los que dan miedo, por aquello de la pancarta y la aglomeración de gente en Peral. Se acabó el “ya si eso quedamos”, ahora toca cumplir, no se puede hacer esperar al que viene a recoger (de lo mío qué).
Pero preocupa saber si han comprobado si es legal. No es por nada pero hay sentencias, y el alcalde es licenciado en derecho, que dicen que la subrogación “vulnera los principios de publicidad, concurrencia, mérito y capacidad, en el acceso al empleo público” y por otro lado, la ley de contratos públicos señala que “expresamente dispone que a la extinción de los contratos de servicios no se produce la consolidación de las personas que hayan realizado los trabajos”. Imaginamos que si alguien en paro se va al juzgado porque entiende que se vulneran sus derechos para trabajar en una subcontrata municipal (aquí no pasará), no importaría, puesto que tenemos un alcalde que se viene arriba y según han publicado suelta perlas del tipo “a mí me quedan tres años (como alcalde), y esto en el juzgado pueden ser 8 o 10 años de espera, que el marrón se lo coma otro”. Sí señor, un gobierno responsable. Un alcalde que llegó para entregar el poder a su pueblo y lo que va a entregar tras su paso es puñado de marrones.
No hay problema, el PSOE se lo agradecerá en el futuro…
Frase típica cuando vemos a algún conocido, que no amigo –estos se cuentan con los dedos de una mano y sobran tres- por la calle, pero sobre todo cuando vamos paseando por las Banderas en días de Feria. Algo así, parece que ocurría entre el alcalde y los representantes sindicales o interlocutores válidos, sobre todo cuando se cruzaba con el Ex –Omnipresente, José Rodríguez.
Hace unos meses, Leocadia Benavente escribía que compañeros en el gobierno le decían que hacer oposición era fácil: recoger todas las quejas vecinales y de colectivos para llevarlas a pleno o a la prensa. El trabajo te lo dan hecho.
Alguno llevó tan al extremo la recogida de quejas que se mimetizaba con el ambiente peñista de la barra en exceso, olvidando el cargo para el que había resultado electo. Sin embargo, fue en la anterior legislatura cuando el cargo de “edil apuntaor” alcanzó su máximo apogeo. El descontento de algunos, fagocitado por toda la oposición, provocó confusiones, exageraciones y sobre todo mentiras. Muchas mentiras repetidas hasta la saciedad que fueron convertidas en verdad, que no en realidad, y llegaron incluso a cruzar líneas peligrosas, no las rojas de un pacto, no, la delgada línea de la difamación y de las injurias.
Los descontentos y los que vinieron con su “necesaria verdad ficticia” firmaron un pacto pensando que las cuentas se podían manipular y hasta se podrían incumplir los compromisos adquiridos, como si de una peña cualquiera se tratara y sus socios pasaran tres kilos. La realidad es otra y, hoy día, a alguno se le está cayendo el pelo o tiene ansiedad, pero sólo para cumplir con sus obligaciones, no para “curarse” en el pueblo playero de al lado.
Para prometer es preciso ser responsable y el actual gobierno portuense había prometido mucho en la oposición sin ser responsable, quizá, porque jamás pensarían que gobernarían.
Una de esas promesas es la famosa subrogación, una acción salvaguardando los intereses de los protegidos sindicales, que son los que dan miedo, por aquello de la pancarta y la aglomeración de gente en Peral. Se acabó el “ya si eso quedamos”, ahora toca cumplir, no se puede hacer esperar al que viene a recoger (de lo mío qué).
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| Campaña elecciones municipales 2015 Fuente: www.psoe.es |
Pero preocupa saber si han comprobado si es legal. No es por nada pero hay sentencias, y el alcalde es licenciado en derecho, que dicen que la subrogación “vulnera los principios de publicidad, concurrencia, mérito y capacidad, en el acceso al empleo público” y por otro lado, la ley de contratos públicos señala que “expresamente dispone que a la extinción de los contratos de servicios no se produce la consolidación de las personas que hayan realizado los trabajos”. Imaginamos que si alguien en paro se va al juzgado porque entiende que se vulneran sus derechos para trabajar en una subcontrata municipal (aquí no pasará), no importaría, puesto que tenemos un alcalde que se viene arriba y según han publicado suelta perlas del tipo “a mí me quedan tres años (como alcalde), y esto en el juzgado pueden ser 8 o 10 años de espera, que el marrón se lo coma otro”. Sí señor, un gobierno responsable. Un alcalde que llegó para entregar el poder a su pueblo y lo que va a entregar tras su paso es puñado de marrones.
No hay problema, el PSOE se lo agradecerá en el futuro…
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