viernes, 15 de diciembre de 2017

ERES, LAS COSAS DEL PSOE

“To er mundo e güeno” - Andalucía Información - Viva El Puerto

Abrir el periódico y encontrarse la cara de Juan Marín con un “entrecomillado” en el que se muestra como el regenerador de la democracia y diciendo que gracias a Ciudadanos se juzga una década de mala gestión socialista, es el colmo de la poca vergüenza. Sí, de la poca vergüenza porque sin Ciudadanos M. Rajoy no sería presidente del recorte, de los impuestos y de la liquidación del Estado del Bienestar, y menos tras la imputación del PP y el entramado corrupto. Tampoco Susana Díaz sería la presidenta de la educación masificada y con resultados cada vez más lamentables, de la Sanidad de largas listas de espera, del 42% de población en riesgo de exclusión social, del más del 25% de población desempleada, y de los ERES, que no se nos olvide.
El banquillo de los ERES
(Andalucía Información)


Últimamente, algún agradecido quiere mostrar las diferencias entre la corrupción del PP y los paraísos fiscales personales, hablamos de enriquecimiento personal, y la corrupción “solidaria” de un procedimiento específico creado para ayudas socio-laborales. Retorcer los discursos se les da muy bien a los camaleónicos ejércitos mediáticos del régimen, pero esa foto se ha producido, y es la imagen de la vergüenza, de la mala gestión, del clientelismo. Igual salen ilesos.

A pesar del pesimismo, que la justicia siga su curso. Una justicia independiente, de verdad, es la que venimos exigiendo. Separación de poderes efectivo, creíble. No de imagen y discurso, que de eso PP y PSOE saben mucho. Y ahora, seguramente, con la típica frase exigiendo “el cese de la politización obscena, el respeto a los procedimientos judiciales”, los socialistas soltarán perlas del tipo “señor perdónalos que no sabían lo que hacían, son inocentes”. Pero  eso no es respetar la justicia. El respeto se gana y se concede, en este caso, sin poner trabas desde la administración. 

Al margen de las analogías, y continuando con las diferencias, en referencia a la defensa de los acusados, por aquello del no enriquecimiento personal, no es preciso que insistan más. Hablamos de dinero público. De mala gestión. Los más de setecientos millones perdidos por las decisiones tomadas en el ejercicio de sus cargos no lo perdió la Junta, lo perdieron los andaluces. 

No comparen el caso de los ERES con procesos similares de otras administraciones públicas, con el famoso “y tú más”, por aquello del reparto de ayudas en procedimientos nada transparentes y arbitrarios para eximir la culpabilidad. Desconocer la ley no significa poder obviarla. Y si en otros territorios o administraciones lo practican, ya están  tardando en pasar por los juzgados.

En definitiva, imagen deplorable para la historia. Siete años de instrucción, un sumario que ha pasado por las manos de varios jueces, dos presidentes de la Junta, medio consejo de gobierno y otros allegados sentados en un banquillo. No lo olviden, la mala gestión perjudicó a los andaluces, el dinero despilfarrado, mal gestionado, perdido, dilapidado, sea cual sea el calificativo, insisto, era de los andaluces. 

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